Una prisión injusta
Por Nelson Guillén
José Ramón Peralta, el exministro Administrativo de la Presidencia,
lleva más de siete meses abusivamente encerrado en la cárcel de Najayo.
Che Mon, cómo le dicen familiares y amigos de su natal La Vega, recibió hoy el respaldo de
un número importante de personalidades que se han situado en la cúspide del buen hacer en las actividades a las que se dedican, en el país y fuera de él.
La confianza que ciudadanos de ese nivel mantienen en la inocencia de José Ramón, y la indignación que genera la irracionalidad de su prisión, lo mantienen fuerte y han impedido que la sonrisa se le borré del rostro.
Lejos de su leal esposa, de sus queridos hijos, de sus nietos y sus amigos, la verdad es que el vegano Che Mon ha enfrentado su prisión con la dignidad con que, en la tiranía trujillista, su tío enfrentó la muerte y su padre la tortura en las ergástulas del tirano.