Presidente de la Federación de Asociaciones Industriales advirtió de un desabastecimiento de productos
El presidente de la Federación de Asociaciones Industriales (FAI), Ramón Porfirio Báez, advirtió que hay una ausencia de oferta de dólares, situación que amenaza con un desabastecimiento de productos debido a falta de la moneda para pagar materias primas.
“Lo primero que se ve es la ausencia de oferta de dólares y ese es el factor principal en este momento, si no hay dólares, no hay forma de pagar materias primas, si no tienes forma de pagar materia prima, no te reponen”, enfatizó.
Entrevistado por el periodista Federico Méndez, en el programa Esferas de Poder, que se transmite los domingos de 8:00 a 9:00 de la mañana, por RNN Canal 27, sostuvo que todo lo que estaba en tránsito llegó al mercado y se está consumiendo.
“Entonces, al no haber dólares y no poder pagar la materia prima, además de que te cerraron los créditos, el chin de crédito que quedaba, te lo cerraron, nosotros vamos a comenzar a ver un desabastecimiento del producto nacional debido a la falta de dólares para pagar materia prima”, recalcó.
El dirigente empresarial expuso que la situación se nota porque el país debió haber entrado a la fase tres de la desescalada, que impacta restaurantes, hotelería, centros de diversión y apertura total de parques, entre otros.
Sostuvo que hay una parte del sector productivo que labora en esas áreas, por lo que necesariamente ellos están afectados por la situación.
Báez afirmó que hoy los grandes afectados por la pandemia, más que el sector industrial y el comercio, son los servicios de hotelería, restaurantes y comidas, que desconocen si abrirán o cerrarán definitivamente.
Reveló que hay restaurantes tradicionales, de alta gama, que no abrirán sus puertas o se van a fusionar con otros establecimientos, lo cual se reflejará en una falta de empleos.
Informó que el Programa de las Naciones Unidas (PNUD) y el Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes hicieron una encuesta, cuando la cuarentena estaba en la mitad de su desarrollo, que establece que el 50% las Mipymes que entraron en fase no iban a abrir sus puertas.
Explicó que el Ministro de Trabajo dijo que hay hasta un millón de empleados en fase y las Pymes representan el 98% de las empresas nacionales, lo que significa un alto impacto en el empleo.
“El problema está que no se sabe, como tenemos un Código Laboral totalmente obsoleto, totalmente inflexible, no se sabe cómo se le va a dar salida a esos empleados porque las Mipymes, que normalmente tienen 20 o 25 días de flujo de caja, a los 25 días se le acaba el dinero y tuvimos 100 días cerrados, no tienen con qué pagar esas liquidaciones”, argumentó.
Báez consideró que una medida que tendría un impacto en el flujo de dinero para ese sector sería que el gobierno pague la deuda pendiente, que datan de seis y siete meses y ascienden a cientos de miles de millones de pesos, con lo cual se reactiva la economía.
Indicó que solamente con el pago de deuda producto del desayuno escolar que se les debe a los panaderos, productores de galletas y comidas que suplen a la tanda extendida, el sector de las Mipymes respiraría y no se tendría que tomar medidas de política monetaria.
“La situación no es nada halagüeña, nosotros tenemos una tormenta perfecta, que son las elecciones, luego tenemos todos los efectos de la pandemia y la cuarentena, que son parte de las medidas que se tomaron”, adujo.
“Nadie se imaginaba que íbamos a estar todo este tiempo literalmente trancados, en cuarentena”, precisó.
El repunte de las remesas
El presidente de la FAI, Ramón Porfirio Báez, reveló que las remesas ya están comenzando a repuntar y que el sector turismo anunció que abrirá sus puertas a partir del día primero de julio.
Sin embargo, dijo que los turistas extranjeros, que traen los dólares, todavía no vienen porque no tienen dinero para montarse en un avión.
Báez observó que los dominicanos llevan tres meses en cuarentena, pero los extranjeros están en esa situación dos meses antes, entre cuarentena y crisis.
Recordó que el impacto del Covid-19 comenzó en enero y febrero en España e Italia, cuyos turistas carecen de recursos para viajar a la República Dominicana actualmente.